Diseño web Responsive para los nuevos tiempos
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Hoy en día, hay numerosos dispositivos diseñados para acceder a la web. Es más importante que nunca diseñar experiencias digitales que sean visualmente atractivas y compatibles con múltiples dispositivos, sistemas operativos y navegadores. Es innegable que atender a las audiencias que usan múltiples dispositivos es algo positivo para cualquier negocio. Además de ampliar la audiencia de un sitio web, mejora su SEO y reduce las horas de desarrollo web dedicadas a la personalización.
En 2010, Eric Schmidt, director ejecutivo de Google en ese momento, anunció que Google estaba dando prioridad al diseño digital «mobile-first». Cinco años más tarde, en 2015, la actualización del algoritmo de Google Mobilegeddon tuvo un efecto significativo en los resultados de búsqueda. La actualización tenía por objeto aumentar las clasificaciones y la visibilidad orgánica de los sitios web que eran aptos para el uso de los móviles.
Afortunadamente, el diseño de sitios web «responsive» ha avanzado mucho en los últimos cinco años. Dar el salto a un desarrollo web adaptable es más fácil que nunca.
Comprender el diseño web responsive
Durante los años y a medida que se lanzaban más gadgets al mercado, los diseñadores web fueron desafiados con la creación de numerosas versiones de sitios web para nuevas pantallas y navegadores. Esto dio lugar a una carga imposible para los desarrolladores de generar de forma asequible numerosos productos a medida para cada nuevo dispositivo y categoría de usuarios.
La respuesta a dicho reto fue un diseño web adaptable. El diseño web responsive es un enfoque del desarrollo web que utiliza un diseño flexible que puede adaptarse a diversas plataformas, orientaciones y pantallas, ya sean teléfonos móviles o grandes pantallas de televisión. Esencialmente, el propósito del diseño web responsive es tener un sitio web que sea utilizable en todo el panorama de dispositivos, o por lo menos en la mayoría de ellos.
El diseño web responsive utiliza hojas de estilo en cascada (CSS), entre otras tecnologías, para crear diseños con diseños flexibles que pueden expandirse y reducirse sin afectar la usabilidad. Por ejemplo, si el usuario cambia de un smartphone Android a un portátil Mac, el sitio se ajustará a la resolución y las capacidades propias del navegador. Además, el diseño web responsive busca crear productos web adaptables que reconozcan la configuración y las preferencias del usuario.
Muchos argumentarían que el diseño web responsive desafió a la comunidad de desarrollo a repensar completamente el diseño digital. Las versiones anticuadas del HTML, el lenguaje de scripts original que aportó color y usabilidad a la WWW, eran demasiado restrictivas e inadecuadas para adaptarse plenamente a un nuevo mundo digital.
Veamos cuatro requisitos básicos para un diseño web adaptable:
1. Adaptación a diferentes pantallas
Con más dispositivos con diferentes resoluciones de pantalla, orientaciones y espectros de color, las prácticas de diseño web adaptables pueden ayudar a los desarrolladores a implementar técnicas de diseño adaptativo. Cada vez más, los sitios web tienen la tarea de ajustarse con fluidez entre los teléfonos móviles y las pantallas de escritorio. El diseño web responsive utiliza estrategias de diseño fluido, a menudo con CSS, para permitir que los sitios se ajusten tanto a los dispositivos pequeños como a los grandes. Con los teléfonos móviles y las tabletas, los sitios web también necesitan adaptarse fácilmente tanto a la orientación horizontal como a la vertical, manteniendo la usabilidad.
Sin embargo, el uso de estrategias de diseño web receptivas para diferentes pantallas no se limita a un tamaño adaptable. También debe tener en cuenta la funcionalidad. Obviamente, una pequeña pantalla de un teléfono inteligente se vería cargada con opciones que inundarían al usuario. Por otro lado, se quiere un acceso fácil a las opciones en una pantalla más grande. El diseño web receptivo no sólo se adapta al tamaño y resolución de la pantalla, sino que también adapta la funcionalidad al dispositivo.
2. Imágenes flexibles
La resolución de la imagen siempre ha sido un dolor de cabeza para los diseñadores web. Si las imágenes son optimizadas demasiado pequeñas, su baja calidad será percetible en las grandes pantallas. Si las imágenes son demasiado grandes, ralentizarán significativamente un sitio web. El diseño web sensible utiliza elementos de diseño CSS creativos tanto para limitar el uso requerido de las imágenes para crear diseños visualmente impresionantes como para adaptar las imágenes a las diferentes resoluciones de pantalla sin aumentar el tiempo de carga.
3. Usabilidad
Hoy en día, la buena usabilidad del sitio web requiere adaptarse a las capacidades del dispositivo. Por ejemplo, se accederá a tu sitio web a través de una pantalla táctil y un ratón. No debe asumir que los usuarios de la pantalla táctil navegarán por tu producto digital en un teléfono móvil. Cada vez más los monitores de escritorio utilizan la tecnología de pantalla táctil. El diseño de un sitio web sensible tiene en cuenta la interfaz para mantener la usabilidad.
La usabilidad siempre debe tener en cuenta la accesibilidad. No todos los usuarios pueden leer texto diminuto en pantallas pequeñas. No todos los usuarios pueden ver o escuchar. La usabilidad también tiene en cuenta las decisiones que experimentarán los segmentos de tu público al tratar de consumir medios de comunicación en diferentes dispositivos.
4. Compatibilidad
La compatibilidad de los navegadores y dispositivos con las tecnologías de la web ha mejorado con el tiempo. Cada vez más podemos confiar en que los diferentes navegadores y sistemas operativos lean el código y toda una web de forma similar. Sin embargo, la incompatibilidad entre preferencias, sistemas y configuraciones sigue siendo un desafío para los desarrolladores de la web hoy en día. Asegurarte de que tu sitio web funcione en diferentes versiones de sistemas operativos y aplicaciones de navegadores es esencial para llegar a la mayor audiencia posible.
Además, los problemas de compatibilidad no se limitan simplemente a los productos web. Los desarrolladores de aplicaciones para móviles y tabletas también tienen la tarea de producir versiones que puedan funcionar en diferentes sistemas operativos, restricciones, tiendas de aplicaciones y dispositivos.
No se puede negar que estamos en una nueva era de diseño digital. Con la creciente funcionalidad de los dispositivos y la multitud de opciones en el mercado, los productos digitales deben ser flexibles, fluidos y compatibles.